¿Quién tiene razón?

¿Quién tiene razón?

Ángel llegó a la terraza donde había quedado con sus amigos, para celebrar las fiestas navideñas tomando algo. Al llegar, notó que discutían acaloradamente. Cada uno tenía una opinión diferente y no se ponían de acuerdo porque todos creían tener la razón, en detrimento del resto. Uno de ellos le dijo: “Hola Ángel. ¡Qué bien que ya has llegado! Tú sueles ser muy juicioso. ¿Verdad que tengo razón y los demás están equivocados?” Inmediatamente hablaron todos diciendo que no, que eran ellos los que tenían razón. Ángel, dijo: “Tranquilos. Escuchadme. Quiero contaros un cuento clásico de La India que os puede ayudar.” Sus amigos se fueron calmando y esperaron a que Ángel hablara.

Ángel empezó su cuento: “Había una vez 6 sabios ciegos, que nunca habían visto un elefante. Como el rey tenía uno, pidieron poder tocarlo y lo hicieron uno por uno. El primero tocó un colmillo y dijo que el elefante era liso y agudo, como una lanza. El segundo tocó la cola del elefante y dijo que el elefante era como una cuerda. El tercero tocó la trompa y dijo que el elefante era como las serpientes. El cuarto tocó la rodilla y dijo que todos estaban equivocados porque el elefante era como un árbol. El quinto sabio tocó una oreja y dijo que ninguno tenía razón porque el elefante era como un abanico. El último de los sabios tocó el lomo y dijo que no entendía por qué decían esas cosas porque el elefante era como una fuerte pared rugosa. Como no se ponían de acuerdo, pidieron ayuda a otro sabio que sí podía ver. Éste les dijo que todos tenían parte de razón porque cada uno había tocado una parte del conjunto total del elefante.”

Ángel hizo un breve silencio y luego dijo: “Los sabios no habían tocado la totalidad del elefante. Y con su discusión, no se dieron cuenta. Volviendo a vosotros, estaría bien que os dierais cuenta de que vuestro punto de vista no es el único punto de vista que existe con relación a algo. Cada uno ve las cosas desde su posición y su experiencia de vida. No podemos asegurar que nuestra creencia es la verdadera o la única verdadera. Por eso es muy importante escuchar a los demás y enriquecernos de sus opiniones, para poder ver “la totalidad del elefante”.”

Sus amigos se quedaron un momento pensando en lo que Ángel había dicho y uno de ellos dijo: “Creo que ninguno de nosotros había pensado en esto que dices. Tienes razón. A partir de ahora, aunque tenga clara mi opinión, voy a escuchar a los demás y me enriqueceré de lo que ellos piensan y ven.” El resto dijo casi al unísono: “Sí, eso haremos todos. ¡Muchas gracias por tus palabras, Ángel, ¡y Feliz Navidad!”