¡Aquí y Ahora!

¡Aquí y Ahora!

Luisa estaba sentada en una hamaca en la playa, mirando el móvil, con cara enfadada. Su amiga Sara, que estaba en otra hamaca a su lado, la miró y le preguntó: “¿Luisa, por qué estás tan enfadada?” Luisa dijo: “Ay Sara, estoy viendo el correo de la oficina y las cosas no van como tenían que ir. Y yo, aquí, sin hacer nada…”.

Sara le sonrió y dijo: “Vamos a ver Luisa. Llevas toda la primavera dándome la lata con lo que íbamos a hacer este verano, planeándolo todo al detalle. No hacías más que decirme que necesitabas descansar. ¿Y ahora me dices que estás en la oficina?” Luisa la miró, desconcertada, y dijo: “No estoy en la oficina. Estoy aquí contigo. Pero no puedo evitar mirar el correo y ver que no están haciendo las cosas bien”. Sara le dijo: “Pero bueno, ¿cuándo has comprado tu empresa? Tenía entendido que eras una empleada más…”. Luisa sonrió y Sara siguió hablando: “Estás de vacaciones. Han puesto a otra persona en tu puesto para que tú puedas descansar y que no se te acumule el trabajo. Claro que no lo va a hacer como tú, pero si lo hiciera mal, no lo estaría haciendo. Quédate tranquila con eso. ¿O es que no quieres estar de vacaciones?” Luisa bajó la mirada y dijo: “Sí quiero, pero no puedo desconectar. Me cuesta”.

Sara le dijo: “Vamos a ver, Luisa. Si no estás en el aquí y ahora, da igual que estés de vacaciones o no, porque no te darás cuenta de que es tiempo para ti y se pasará volando. No descansarás ni lo pasarás bien. Cuando hablamos de vacaciones, hablamos de relajarse, estar con una misma, recargar pilas y pasarlo bien. Pero, sobre todo, descansar. Es muy necesario para poder volver a afrontar el trabajo durante el siguiente año”.

Luisa le preguntó entonces: “¿Y cómo lo hago para conseguirlo?” Sara le respondió: “Mira, lo primero que tienes que hacer es tomar conciencia de dónde estamos. Este año tenías muchas ganas de venir a la playa. Observa a tu alrededor, escucha las gaviotas, las conversaciones de las personas, el sonido de las olas, siente el sol en tu piel, siente la brisa marina, huélela, siente la sal del mar en tus labios… Y si no estuviéramos en la playa, podrías hacer lo mismo con lo que observaras a tu alrededor donde quiera que estuvieras. Todo esto te hará desconectar de todo lo que no sea estar en el aquí y ahora. Así te darás cuenta de que el tiempo va más despacio y puedes disfrutar mucho más de todo lo que hagas. Serás consciente de todo lo que vivas y descansarás mucho más, con lo que recargarás mucho más y mejor las pilas. Recuerda que no tienes otro tiempo para vivir más que el aquí y ahora. El pasado pasó y el futuro no ha venido”.

Luisa reflexionó sobre todo lo que le había dicho Sara y dijo finalmente: “Tienes razón, Sara. Voy a cerrar mi móvil y disfrutar de este día tan bonito en la playa, aquí y ahora. Y luego disfrutaré de salir esta noche y de todo lo que hagamos hasta que se acaben las vacaciones. ¡Muchas gracias por tus palabras!”