¡Te lo mereces!

te lo mereces

Hay personas que les cuesta aceptar que les digan algo bonito, un halago o una opinión positiva sobre ellas mismas. Puede ser que sea porque no las crean sinceras, o no crean que sea verdad. Pero siempre coincide con que estas personas nunca se dicen a sí mismas algo agradable. Simplemente no se creen merecedoras de esas palabras. Por tanto, cuando alguien les dice algo bonito, tienden a no escuchar, o a decir que no es verdad, o que el mérito es de otra persona y no de ellas, como, por ejemplo, cuando les dicen lo guapas que son y ellas dicen: “es que he ido a la peluquería” o “es que estoy estrenando ropa”. Es como si nunca aceptaran esas palabras positivas. Y también suele pasar que este tipo de personas sí aceptan los juicios en su contra, las opiniones negativas, y hasta incluso las faltas de respeto. Son personas que tienen baja autoestima y no creen que lo positivo tenga que ver con ellas.

Si te ves reflejado/a en este tipo de personas, tienes por delante un trabajo importante que hacer para elevar tu autoestima y el respeto hacia ti mismo/a, para que los demás también te respeten. Además, es interesante que pudieras comprobar cómo te sientes cuando eres tú quien dice algo positivo a alguien y esa persona no te lo acepta. Seguro que te das cuenta que te sientes mal, como si tus palabras no tuvieran valor, ya que, cuando se dice algo positivo a alguien, no solo estás dando el refuerzo de las palabras, también estás dándole parte de la alegría que sientes al compartir ese pensamiento sobre él o ella. Seguro que te das cuenta de que, cuando sí reciben tus palabras, tu alegría aumenta con la alegría de la persona que las recibe.

¿Y qué puedes hacer?  Andrew Leeds explica cómo, con tres pasos sencillos, puedes empezar a afrontar esos halagos que te cuesta aceptar. Los pasos son los siguientes: Cuando alguien te diga un cumplido, primero tienes que mantener el contacto visual en todo momento; luego, respira profundamente, para dar espacio en tu pecho a los sentimientos positivos, y, por último, da las gracias por esas palabras que te han dicho. Puede que al principio te cueste mantener la mirada o no te salga el agradecer el cumplido, tirándolo como sueles hacer. No te preocupes. Sigue practicando y poco a poco irás viendo que algo está cambiando. Y estos resultados te ayudarán y motivarán a seguir trabajando con tu autoestima y crecimiento personal, para poder sentirte estupendamente.

Ya sabes: cuando te digan un cumplido, acéptalo porque ¡te lo mereces! Y aún más, ¿estás dispuesto/a a decirte algo bonito a ti mismo/a todos los días?