Trabaja y disfruta

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Carlos y Javier están tomando algo en un bar, tras haber salido de la oficina. Carlos no para de quejarse que la crisis no se va a ir nunca y que por eso van a vivir peor que sus padres. Luego añade que todo está muy caro y que no suben los sueldos. Javier le escucha y sonríe. No es la primera vez que Carlos habla de este tema. Carlos, al verle sonreír, le dice: “No sé porqué sonríes. Tú estás en mi misma situación, los dos tenemos el mismo trabajo y los dos vivimos con nuestros padres porque no podemos independizarnos con nuestro sueldo. No veo motivos para sonreír ante lo que te digo”.

Javier entonces respondió: “No te enfades conmigo. Sonrío porque siempre te estás quejando con relación al dinero. Parece que no te das cuenta de que tienes una nómina a final de mes y que el hecho de vivir con tus padres te da más autonomía económica”. Carlos, algo molesto, le respondió: “Pero yo quiero independizarme. Por eso estoy ahorrando muchísimo. Además, tengo un plan de pensiones. Tengo que mirar por mi futuro”.

Javier, ya sin sonreír, le dijo: “No quiero decir que esté mal ahorrar, ya que tienes una meta y unos gastos fijos. Pero fíjate que, si no usas tu dinero, si no lo mueves, no ayudas a que los demás salgan de la crisis. El dinero se mueve de unas personas a otras, comprando y vendiendo, y así todos podemos vivir. Si ahorras sin parar para un futuro que no sabes si va a llegar, vas a tener un presente triste y aburrido. ¿Recuerdas cuando el verano pasado te dije de venir conmigo a un viaje estupendo? Me dijiste que no tenías dinero y que ya viajarías cuando fueras más mayor. No sé lo que te deparará el futuro ni si tendrás salud y fuerza para viajar entonces. Lo que sí sé es que ahora estás sano, tienes trabajo y juventud. Puedes organizarte, como yo lo hago, y en vez de ahorrar tanto, disfrutar más de tu vida y tu presente. Eso te ayudará a llegar con salud, energía y felicidad a tu futuro”.

Carlos se quedó callado. Tenía mucho en que pensar. Javier, viéndole tan reflexivo, le dijo: “Hay un dicho en mi tierra que dice: Con el dinero que ganes, has de hacer tres partes: una para vivir, una para guardar y otra para disfrutar. Piensa tranquilamente en todo lo que te he dicho. Tienes mucha vida por delante, pero vive en el presente y disfrútalo. Y cuando llegue el futuro, ya lo afrontarás.”