Haz las paces con tu soledad

Has las paces con tu soledad

Rosa y Lucía quedaron para tomar café en una terraza. Lucía llegó muy sonriente y Rosa le preguntó: “¿Qué ha pasado para que vengas tan sonriente, Lucía? Creía que estabas triste por haber roto hace poco con tu pareja…”. Lucía contestó: “Es que he conocido a un chico fantástico y estoy muy ilusionada”. Rosa se sorprendió y le preguntó: “¿Y lo que sentías por tu ex? Hasta hace poco estabas llorando sobre mi hombro porque lo habíais dejado…”. Lucía, un poco enfadada, le respondió: “No te entiendo Rosa. Siempre me dices que tengo que estar en el presente, dejando el pasado y el futuro. Pues he dejado atrás en el pasado a mi ex y estoy en el presente”.

Rosa sonrió y dijo: “Me encanta que quieras vivir en el presente, Lucía, pero esto va de otra cosa. Cuando vivimos una pérdida, tenemos que hacer el duelo de esa pérdida, para seguir adelante”. Lucía le dijo: “Ya me has hablado otras veces del duelo y esas cosas. Ya he llorado dos meses a mi ex. Ahora voy a ser feliz de nuevo”.

Rosa reflexionó unos instantes y le preguntó: “¿Puedo darte mi opinión?” Lucía afirmó con la cabeza y Rosa prosiguió: “Verás, Lucía, tengo la impresión de que no quieres o no puedes estar sin pareja. Desde que te conozco, has tenido varias parejas, y entre romper con una y empezar una nueva, suelen pasar pocos meses”. Lucía le dijo entonces: “Es que no soporto la soledad. Tú lo tienes fácil porque llevas varios años con tu pareja. Todas mis amistades tienen pareja. ¡Si no salgo con alguien, me muero!” Rosa le dijo: “Esa es la cuestión, Lucía. Tienes que poder manejar tu soledad antes de empezar una relación de pareja. Si no, te agarrarás a cualquiera con tal de no estar sola. Cuando terminas una relación de pareja, hay que entrar en contacto con nosotras, con nuestro interior, para elaborar esa pérdida y aprender qué es lo que ha pasado con nosotras cuando la relación ha salido mal, porque la responsabilidad es compartida. Hay que aprender de nuestros errores para que no se vuelvan a repetir. Así, tras ese duelo, podremos empezar de nuevo otra relación, si queremos, sin que nos influya lo vivido en la anterior. Pero, sobre todo, es importante que te sientas bien en soledad, que conectes contigo misma y te sientas en paz y armonía. Así podrás ser más objetiva cuando quieras buscar una nueva pareja, porque ya no necesitarás estar con alguien para no estar sola. Y si tú sola no puedes manejar tu soledad, pide ayuda a una Psicóloga”.

Lucía se quedó callada, reflexionando sobre lo que Rosa le había dicho y dijo: “Tienes razón Rosa. Nunca me he preocupado de gestionar mi soledad ni mis duelos. Voy a entrar en contacto con mi interior, aunque me asuste un poco, y “haré las paces” con mi soledad. ¡Muchas gracias por tus palabras!”.