¡Deja de posponer!

¡Deja de posponer!

Ana y Sandra estaban hablando de los planes que tenían para las vacaciones de agosto. Ana comentó que iba a irse unos días a la playa con su pareja y luego se iba a quedar en la ciudad, para descansar, leer, e ir al teatro. Sandra, la escuchaba, pero no decía nada. Ana, al verla como distraída, le preguntó: “Sandra, ¿qué te pasa? Parece que no estás aquí conmigo ahora…”

Sandra volvió en sí y le dijo: “Disculpa Ana, es que estaba pensando en todo lo que tengo que hacer para organizar las vacaciones. Este año me toca organizarlo a mí porque mi pareja está muy ocupada, pero aún no me he puesto a ello.” Ana le preguntó: “¿Y qué tenéis pensado? Yo tuve que reservar en la playa con mucha antelación, ya que, desde que se levantó el Estado de Alarma, se empezaron a llenar los hoteles…” Sandra, bajó la cabeza y dijo: “Ya, nosotros vamos a ir a una casa rural, pero aún no he encontrado una que me guste…” Ana, al ver que Sandra no la miraba a los ojos, le preguntó: “¿Qué es lo que está pasando Sandra? No pareces muy contenta con irte de vacaciones…”

Sandra suspiró y le dijo: “No sé qué me pasa Ana, me pongo a buscar por internet alguna casa, pero me distraigo con una llamada de teléfono o unos mensajes de whatsapp, y luego ya no tengo tiempo para volver a buscar casas. O simplemente me pongo a hacer otras cosas y se me olvida, y me acuerdo cuando no puedo hacerlo. Todas las mañanas me levanto pensando en todo lo que tengo que hacer y acabo el día sin haber hecho ni la mitad de las cosas.” Ana entonces le preguntó: “Sandra, ¿realmente quieres ir a una casa rural?” Sandra lo pensó por unos instantes y dijo: “Bueno, me hubiera gustado ir a Europa y ver sitios nuevos, pero con la pandemia, no nos atrevemos. La playa no nos gusta, así que solo queda ir a una casa rural para salir de la ciudad.”

Ana sonrió y le dijo: “Eres el vivo ejemplo de postponer. Ya sabes, eso de “dejar para después”. El problema es que “después” tampoco lo haces. Mira, mi abuela decía que “mañana es un caminito que está muy cerca de nunca”. Y lo peor de todo es el tiempo que pasas en organizarte para hacer esas cosas que luego aplazarás, y tendrás que organizarte otra vez para hacerlas. Si en vez de pensar tanto en todo lo que no haces, dedicas 10 ó 20 minutos en hacer un poco de todo eso, conseguirás pequeñas metas, que te motivarán a seguir adelante y encontrar otro momento para avanzar otro poco. Y antes de buscar la casa, piensa en algún sitio que tengas ganas de visitar, para que tengas más interés en organizarlo.”

Sandra se quedó pensando y dijo: “Mira, se me ocurre una idea: ¿Y si busco la casa rural en un pueblo medieval que no conozcamos, para que sea lo más parecido a ir a Europa? Eso me motivaría mucho más. Tienes razón Ana. Voy a dejar de postponer y empezaré a hacer. Muchas gracias por tus palabras.”