¡Disfruta de tu presente!

disfruta presente

Carla y Lucía, amigas desde hacía mucho tiempo, estaban charlando mientras comían en un restaurante. Lucía no paraba de hablar. Primero le contó a Carla que la noche anterior había discutido con su madre, y no sabía cómo hacer cuando llegara del trabajo, ya que tendría que enfrenarse a ella de nuevo. Preparaba todas las posibles conversaciones que podría tener, para estar preparada para las respuestas. Y cuando dejó ese tema, empezó a darle vueltas a un problema que tenía en la oficina, el cual no había podido solucionar porque había tenido a su madre en el pensamiento toda la mañana. Lucía seguía comiendo y hablando hasta que llegó el camarero para preguntarles qué querían de postre. Lucía se quedó parada, mirando su plato, sorprendida. Las dos pidieron tarta de chocolate y Lucía le dijo a Carla que no se había dado cuenta de lo que había comido, con todo lo que tenía en la cabeza.  

Carla entonces le preguntó: “¿Recuerdas nuestras vacaciones de este verano? Estuviste tres meses antes hablándome del tour que íbamos a hacer por Italia, los sitios que íbamos a ir y las cosas que íbamos a hacer. Tenías mucha ilusión en ese viaje. Pero cuando volvimos, me dijiste que no lo habías disfrutado como creías”. Lucía le contestó: “Sí, no sé qué pasó”. Carla le dijo: “No sé si te has fijado, pero tienes tendencia a vivir en el futuro en vez del presente”. Lucía puso cara de no entender y Carla continuó: “Sé que tenías muy preparado el viaje a Italia porque para ti era especial, pero una vez allí, no disfrutaste de él. Recuerdo que, mientras estábamos visitando Roma, tú estabas preparando la visita de Florencia; y, cuando llegamos a Florencia, estabas repasando los detalles de la visita a Venecia; y así con todo lo que habías planeado visitar. Siempre ibas “dos pasos por delante” de lo que estábamos viviendo. No puedes disfrutar de lo que estás haciendo en el presente si estás en el futuro. Ahora te ha pasado lo mismo. No has disfrutado de tu comida, que, por cierto, es tu plato favorito, porque estabas preparando la conversación que vas a tener con tu madre esta noche”.

Lucía se quedó pensativa unos instantes y luego dijo: “Tienes razón. Siempre me distraigo con lo que tengo que hacer, en vez de fijarme en lo que tengo entre manos…” Carla añadió: “Recuerda, solo se puede ser feliz en el presente, y en la medida en que te centres en él, verás las cosas de forma diferente. Si esta mañana hubieras tenido tu mente en el trabajo que estabas haciendo, habrías solucionado el problema que me has contado, y habrías podido disfrutar de tu comida favorita”.

En ese momento, llegó el camarero con los dos trozos de tarta de chocolate. Entonces Lucía, sonriendo, dijo: “Carla, muchas gracias por hacerme ver que vivir mi presente es muy importante para mi felicidad. Y voy a empezar ahora mismo, disfrutando de esta tarta sin pensar en nada más”.