¡Hazlo!

¡Ya ha comenzado un nuevo año! Y cada comienzo de año nos trae nuevas ilusiones, nuevos proyectos, nuevos propósitos o el retomar algunos que se quedaron en la lista del año pasado. Tienes un montón de ideas y muchas ganas por empezar a llevarlas a cabo.

¿Cuántos nuevos proyectos has pensado? ¿Cuántos vas a comenzar?… ¿Y cuántos vas a acabar? Aunque parezcan preguntas absurdas, hay personas que se caracterizan por empezar muchas cosas y terminar pocas. Demuestran mucho empeño en todo, pero se rinden fácilmente. Son personas que gastan mucho esfuerzo en intentar hacer cosas, pero desisten a medio camino, y se conforman diciendo: “por lo menos lo he intentado” o “ya lo intentaré en otro momento”.

Y no es que no quieran lograr terminar lo que empiezan, simplemente se esfuerzan y se esfuerzan intentando una y otra vez llevar a cabo ese proyecto que tienen. No se dan cuenta que enseguida se desilusionan por el gasto de energía y la falta de constancia en el tiempo, y lo dejan sin terminar. Gastan más esfuerzo en intentarlo que en lograrlo. Quizás gastan mucha energía en hacer, en demostrar que ponen mucho empeño, pero no en terminar, y entonces, cuando están por lograrlo, se vienen abajo cansados.

Si te ves reflejado/a en este tipo de personas, ten en cuenta que no es útil gastar energía en “intentar” hacer cosas, en tener cinco o seis comenzadas y ninguna terminada, ya que esta situación te llena de insatisfacción y al final no consigues nada.

Piensa por un momento: si tienes hambre, ¿comes o intentas comer? Y si tienes sed, ¿bebes o intentas beber? Por supuesto que comes y bebes, porque quieres hacerlo. No te quedas en el intento.

Cuando te propongas hacer algo, hazlo. Y si no lo quieres hacer, no lo hagas, pero no lo “intentes hacer”. Puedes elegir lo que quieres hacer, comenzarlo y terminarlo. Así te sentirás satisfecho/a de tu trabajo, de tu esfuerzo. Recuerda que sólo depende de ti y puedes hacerlo. Toma una sola cosa, ten claro tu objetivo, tu meta, ponte a ello, termínala y experimenta el placer y la felicidad interna de acabar y llegar a tu meta.