Pequeños detalles

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Muchas parejas empiezan su relación con mucha ilusión, ganas y esperanzas de seguir juntos mucho tiempo. Se buscan a cada momento, comparten tiempo, hobbies, viajes, y, si todo va bien, empiezan a convivir.

Luego, con el paso del tiempo, las dos personas empiezan a acomodarse y a dejar atrás ese ímpetu inicial que les movía a hacer cosas para el otro. Si la cosa sigue así, entrarán en la rutina y en el hastío. Entonces la pareja se romperá o serán “compañeros de piso”.

¿Qué ha pasado? Si no ha habido problemas importantes que impidan la convivencia y destruyan la pareja, puede ser que, simplemente, no hayan “alimentado” la relación. Algunos dirán “no he hecho nada” para llegar a esta situación, y esa es la cuestión, que tampoco han hecho nada para mantener la ilusión.

Una canción de Ana Torroja dice que “el amor son tres flores que se riegan a diario”.  Y es así, el amor hay que “regarlo” a diario. Pero además de lo obvio, (es decir, amor, sexo, comunicación, confianza, apoyo, respeto, etc.), hay pequeños detalles que se olvidan fácilmente y que son muy importantes a la hora de seguir manteniendo viva la relación. Estoy hablando de los “buenos días” por la mañana, las “buenas noches” al iros a dormir, el pedir las cosas por favor, y dar las gracias después de que te hayan dado lo que has pedido, todo, con una sonrisa y un beso, además de pedir disculpas cuando te has equivocado y has podido hacer daño al otro. Parece algo simple, sin importancia, pero no es así. Muchas parejas han dejado de saludarse los días, decir por favor y gracias porque creen que, habiendo ya suficiente confianza, no hace falta. Sin embargo, esas mismas personas piden todo por favor y dan las gracias a toda persona con la que se relacionan ya sea en el trabajo, en los restaurantes, en las tiendas, y lo ven como algo normal. El problema es que también ven “normal” el que tu pareja haga la comida, la compra, arregle la casa, o incluso te pase el pan o la sal en la mesa si estáis comiendo. Y como es “normal”, no ven la necesidad de agradecer todo lo anterior. Recuerda que nadie tiene la obligación de hacer nada por nadie, y si tu pareja hace algo por ti o que repercute en los dos, sería fantástico que se lo agradecieras, ya que forma parte del “alimento” diario de vuestra relación.

Recuerda, si quieres “regar” tu relación todos los días, empieza con los pequeños detalles.