Libro: Cuando digo no, me siento culpable

Ahora os presento el libro “Cuando digo no, me siento culpable”, de Manuel J. Smith. Este es un libro que, con técnicas sencillas, nos ayuda a decir lo que pensamos y sentimos sin dejarnos manipular por el otro. Esta es la contraportada. ¡Adelante!

“Tanto en nuestra vida profesional como en la social o familiar, todos nosotros tenemos constante necesidad de relacionarnos con otras personas. Unas relaciones que a veces se convierten en una tortura: cuando sentimos que manipulan nuestra voluntad para plegarla a sus proyectos… y, aun sabiéndolo, somos incapaces de negarnos. A partir de técnicas conductistas, Cuando digo no, me siento culpable ofrece un método fácil y de excelentes resultados para afirmar los propios derechos y aspiraciones sin necesidad de manipular los ajenos, y sin tener las frustrantes reacciones defensivas que, a veces con incomodidad, experimentamos”.

(Smith, M.J. (2011). Cuando digo no, me siento culpable. Barcelona: Debols!llo Clave).

¿Te quieres? ¿Te aceptas? ¿Te valoras?

¿Cuántas veces hemos oído desde pequeñitos a nuestros padres decirnos “Piensa en los demás”, “Comparte”, “No seas egoísta”…? Hemos crecido pensando que los demás eran siempre más importantes que nosotros y hemos actuado en consecuencia, para que nos dijeran “¡qué buena persona eres!” en vez de “¡qué egoísta eres!”.

Sin embargo, el darte a los demás, el amar a los demás, tiene mucho que ver con cómo te quieres a ti mismo, cómo reconoces lo que vales. Lo verás claramente con el siguiente ejemplo: Imagina que viene un amigo o amiga y te pide una herramienta para arreglar algo, o un paraguas porque empieza a llover, etc. Vas al armario y se lo dejas, porque sabes que lo tienes. Ahora imagina que viene a pedirte un collar de diamantes, para una fiesta, o que le dejes 30.000 euros para unos pagos que tiene que hacer. Por mucho que quieras ayudar a tu amigo/a, difícilmente puedes darle algo que no tienes. De la misma manera, si no te quieres a ti mismo/a, si no te crees valioso/a, ¿qué valor puede tener el amor que das? Tampoco podrías recibir amor porque nadie da amor a quien no se ama a sí mismo, ya que los demás aprenden a tratarte viendo cómo te tratas a ti mismo. Es por ello que hay que empezar por amarse a uno mismo, aceptarse, valorarse, para poder dar, darse a los demás.

Otra idea importante es que no debes confundir tu valor como la persona única en el mundo que eres, con tu comportamiento o con el comportamiento que los demás tienen contigo. Tu valía no depende de lo que los demás piensen. Tú eres quien decide lo que tú vales, y no necesitas que los demás te lo digan, te apoyen o te refuercen. Así, si no obtienes ese refuerzo, tu autoestima no se verá afectada.

Algo a tener en cuenta es que si nos aceptamos como somos, con nuestras virtudes y nuestros errores, no quiere decir que debamos aprobar todo lo que somos. La aceptación es el primer paso para cambiar lo que no nos gusta de nosotros mismos. Y al igual que cuando tenemos que corregir a otras personas no queremos hacerles daño, deberíamos actuar igual con nosotros mismos y tratarnos con respeto y amor.

Por último, tened cuidado con rechazar los elogios que recibáis de vuestras habilidades, vuestros talentos, diciendo que no es nada, que es gracias a mi marido, mi mujer, mi amigo, etc. El aceptar los cumplidos forma parte importante del valorarnos y querernos. Puedes contestar con un “gracias” y aceptar ese refuerzo porque ¡te lo mereces!