Tú mandas en tu mente

Tú mandas en tu mente

Ángel estaba sentado delante de sus libros de estudio, pero no se concentraba. Lo intentaba una y otra vez, pero le venían otros pensamientos, cosas que quería hacer, cogía su móvil y veía su Instagram, se levantaba, daba una vuelta, y volvía a sentarse, sin ponerse a estudiar. Resopló varias veces. Su abuelo le oyó y, entrando en su habitación, se sentó en su cama y le preguntó: “¿Qué te pasa Ángel? Estás resoplando mucho”. Ángel le contestó: “Es que no me concentro abuelo. Me pongo a estudiar y no hay manera. Me vienen muchos pensamientos diferentes y no los puedo evitar…”

Su abuelo pensó durante unos instantes y dijo: “Vamos a probar algo: cierra los ojos e imagínate a un elefante. ¿Cómo es ese elefante que te imaginas?” Ángel respondió: “Es gris, grande, con grandes colmillos”. Su abuelo dijo entonces: “Muy bien. Ahora quiero que lo pintes de rojo por completo. ¿Has podido hacerlo?” Ángel asintió con la cabeza y su abuelo continuó: “Ahora quiero que lo pintes de azul por completo y le quites los colmillos”. Ángel dijo: “Vale abuelo, ya lo he hecho. Pero no sé a dónde quieres llegar”. Su abuelo le dijo entonces: “Píntalo ahora de otro color, el que tú quieras, y ponlo a volar como aquel elefante del cuento que volaba. ¿De qué color lo has pintado?” Ángel dijo: “Lo he pintado de amarillo y está volando”. Su abuelo le dijo: “Muy bien. Ya puedes abrir los ojos. ¿Te das cuenta de que has podido imaginarte el elefante sin ningún problema y que has podido cambiarle de color a tu antojo? Incluso lo has puesto a volar. Con esto, lo que quería demostrarte es que tú creas tus pensamientos, no vienen solos. Y no solo eso, sino que también puedes dominarlos como has ido cambiando de color al elefante”.

Ángel reflexionó lo que le decía su abuelo y dijo: “Tienes razón abuelo. Nunca lo había pensado así”. Su abuelo dijo entonces: “A esto podemos añadir diferentes técnicas de estudio, como tener ordenada tu mesa, organizar tu tiempo de estudio, hacer pausas entre horas, alternar asignaturas fáciles y difíciles, llevar las lecciones al día, hacer esquemas, repasar, y dormir bien para asentar lo aprendido. Tengo entendido que te distraes con el móvil en tu tiempo de estudio y cuando te vas a dormir. Esa luz no es buena para conciliar el sueño”. Ángel bajó la cabeza y dijo: “Es que el móvil me tiene enganchado, abuelo”. Su abuelo dijo: “Coge tu móvil”. Ángel lo cogió y su abuelo le preguntó: “¿Quién ha cogido a qué, tú al móvil o el móvil a ti?” Ángel dijo: “Yo al móvil”. Su abuelo dijo: “Pues entonces, igual que lo has cogido, lo puedes soltar”.

Ángel dijo: “Tienes razón abuelo. A partir de ahora voy a cambiar mi forma de estudiar. Voy a seguir tus consejos y voy a dejar de lado el móvil para concentrarme mejor”. Su abuelo dijo finalmente: “Recuerda que tú mandas en tu mente, no tu mente manda en ti”. Ángel le dijo: “Eso es. ¡Muchas gracias por tus palabras abuelo!”