¡Valórate!

Valórate

¿Eres de los que se vuelcan en los demás y no reparas en esfuerzos para agradar y ayudar, olvidándote de ti mismo? Quizás tú eres una de esas personas o quizás conozcas a alguna de ellas. Hay muchas personas que piensan que solo son felices cuando dan todo de sí mismas en beneficio de los demás. Son personas muy apreciadas por su generosidad, empatía y sensibilidad. ¿Pero realmente son felices “dándolo todo”? ¿Qué es lo que les mueve?

En realidad, nunca es gratuito todo lo que hacen, ya que estas personas lo que buscan es ser valoradas, consideradas, respetadas y aceptadas en su entorno, por tanto, no están mostrando lo que piensan y sienten. Buscan lo que ellas a sí mismas no se pueden dar, por tanto, harán lo que sea para recibir lo que necesitan. Son personas que se sienten mal, tristes, si nadie las valora, así que invierten mucho esfuerzo en hacer muchas cosas, buscando esa valoración que necesitan de los demás.

¿De dónde les viene esta actitud? Quizás, cuando eran pequeños, han tenido unos padres muy exigentes o no los valoraban lo suficiente, con lo que ellos tenían que esforzarse mucho para conseguir esa valoración que tanto necesitan los niños.

El problema de estas personas es que no se dan cuenta que están poniendo su propia valía en las manos de los demás, es decir, sólo se sentirán valiosos si los demás les reconocen. Y es muy difícil que constantemente alguien te valore, por lo que ponen en las manos de los demás su propia felicidad, con lo que también se exponen a que otros les manipulen y se aprovechen de ellos.

Es muy importante no basar la valía de uno mismo en que los demás la reconozcan, ni en lo que opinen los demás de uno mismo. Cada persona es importante y valiosa, simplemente por ser ella misma, por existir, sin tener que hacer nada para merecerlo. Es muy difícil caerle bien a todo el mundo (por no decir imposible), y, por tanto, no todo el mundo que conozcas te va a valorar y reconocer. Tú eres quien tiene que decidir cuánto vales, sin necesidad de que nadie te lo diga, ni esperar sus valoraciones.

Recuerda que tú eres valioso por ti mismo, sin importar lo que hagas, ni lo que piensen los demás.