¡Atrévete!

Verano, sol, calor, luz, y ¡vacaciones! ¡Qué bien sienta tomarte unos días de descanso y trasladarte fuera de tu entorno habitual, ya sea para ir al campo, a la playa, o a una visita cultural, bien aquí o en cualquier país que te guste. Cualquier opción es agradable y muy apetecible.

Tanto si has decidido visitar alguna población de España como irte al extranjero, la forma en que gestiones tu viaje dice mucho de ti. ¿Llevas todo programado y cerrado, o te vas “a la aventura”?

Hay personas que necesitan llevar todo bien cerrado y confirmado. Necesitan saber cuál será el recorrido, qué excursiones harán, en qué hotel se quedarán, qué tiempo encontrarán, y el horario exacto de todo. Toda esta información les produce una sensación de control, que a su vez les relaja y les da seguridad. Necesitan “saber lo que va a pasar”, prever todo, para estar tranquilos. Son personas que solo se mueven dentro de lo que se llama su “zona de seguridad”, es decir, se mueven dentro de lo previsible, de lo rutinario, de lo ya conocido, de lo que controlan, porque les crea ansiedad todo lo que no conocen y no controlan.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que es imposible controlarlo todo. La vida y nosotros estamos en constante cambio, aunque no te des cuenta de ello. Y si aceptamos eso, podremos empezar a abrirnos poco a poco a la posibilidad de que los planes pueden cambiar, las circunstancias pueden no ser las que preveíamos, y no pasa nada. Puedes empezar por cambiar tu restaurante favorito, probar sabores nuevos, tomar un vino que no conoces, es decir, empezar haciendo pequeños cambios en tu ambiente cotidiano. Luego puedes pasar a hacer una visita a Cuenca, por ejemplo, sin llevar nada preparado. Eso te hará buscar un hotel cuando llegues a la ciudad, comer en un restaurante desconocido, y ver cómo te orientas sin plano. Así  irás poco a poco flexibilizando tu mente y preparándola para el siguiente paso, cuando estés preparado, además de desarrollar tu creatividad.

Atrévete, en tus viajes y en tu vida diaria, a empezar a salir, poco a poco, de tu “zona de seguridad”, a dejar alguno de los detalles de tus viajes a lo imprevisible, a decidir en el momento lo que hacer en el día, y disfrutarás mucho más de todas tus experiencias, ya que tus cinco sentidos estarán mucho más atentos a todo lo nuevo que te encuentres. Y eso sí te llevará a aumentar tu seguridad.”